La nave tiene casi la misma altura que un
edificio de 10 pisos y pesa 21 toneladas. Se utilizó para enviar la tercera y
última sección de estación espacial china. La agencia espacial china no se sabe
dónde hará su reentrada en la atmósfera.
El lunes 31 de octubre, el cohete Long
March 5B despegó del Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang, en Hainan,
para llevar el tercer y último módulo, llamado Mengtian, a la estación espacial
china.
La mayoría de las etapas de los cohetes descienden con los motores encendidos, lo que permite alejarlos de las zonas pobladas, pero el Long March 5B no tiene el sistema necesario para realizar una reentrada controlada que lo dirija hacia alguna parte remota del océano donde su caída no tenga consecuencias graves. A pesar de las falencias en el programa, la agencia espacial china no ha tomado precauciones dejando al azar el lugar en el que podría aterrizar.
China espera que el cohete, que pesa más de
21 toneladas, se queme en su mayor parte mientras atraviesa la atmósfera. Sin
embargo, es muy probable que algunos de los componentes más grandes y otros
restos sigan en viaje descontrolado hasta la superficie del planeta.
Por el momento, la trayectoria de vuelo
potencial para la reentrada cubre una franja bastante amplia de la Tierra que
incluye la mayor parte de Estados Unidos, China, India, el sur de Europa,
Sudamérica, África y Australia.