En la guerra contra Ucrania, las granadas, minas y otros
proyectiles explosivos destruyen edificios y liberan amianto. Cuando impactan
en refinerías, el petróleo y los productos químicos se filtran en el suelo y en
las vías fluviales. Además, la munición contiene químicos tóxicos.
Según la agencia de noticias Reuters, al menos 10,5 millones
de hectáreas de tierras agrícolas en Ucrania están contaminadas con productos
químicos.
Munición contiene explosivos y metales pesados
?Recién ahora estamos comenzando a ocuparnos de las
municiones en el mar?, dice el profesor Edmund Maser, director del Instituto de
Toxicología del Hospital Universitario de Kiel, en Alemania.
Según Maser, sólo en el suelo marino alemán, concretamente
en el Mar del Norte y en el Mar Báltico, se están oxidando 1,6 millones de toneladas
de municiones de guerra.
La descomposición libera en el agua un cóctel tóxico que
pone en peligro el ecosistema marino y que, al final, aterriza en los platos de
quienes comen animales y plantas del mar.
EL TNT ES CANCERÍGENO
Las sustancias peligrosas en las municiones son, sobre todo,
explosivos y metales pesados. Los explosivos contienen trinitrotolueno (TNT): "Sabemos
por estudios de alimentación con ratas y ratones que el TNT es muy tóxico",
afirma Maser.
Según el toxicólogo, "el TNT perjudica la reproducción, el
crecimiento y el desarrollo de los animales marinos". Y, por si fuera poco, "también sabemos, por estudios en animales, que el TNT y otros explosivos son
cancerígenos".
EL MERCURIO, EL ARSÉNICO Y EL PLOMO DESTRUYEN LAS CÉLULAS
Esto también es válido para algunos metales pesados, como el
arsénico y el cadmio, igualmente cancerígenos. "Los metales pesados, como el
mercurio, están en detonadores, donde, en forma de fulminato de mercurio,
aseguran que un explosivo como el TNT explote más rápidamente", explica Maser.
El mercurio es un metal pesado que origina daños en las celúlas nerviosas: "También puede causar malformaciones a fetos ya antes de nacer", dice el experto de Kiel. El plomo puede ejercer un efecto similar y provocar trastornos del desarrollo, y abortos espontáneos.
Kateryna Smirnova, del Instituto Sokolovski de Ciencias del
Suelo y Agroquímica de la Academia Nacional de Ciencias de Ucrania, confirma
que las muestras de suelo de la región de Járkov ya han demostrado que la
concentración de metales pesados cancerígenos, como el plomo y el cadmio, es
alta.
Su colega, Oksana Naidionova, microbióloga del Instituto
Sokolovski, explica que los metales pesados tienen un efecto negativo sobre la
actividad de las bacterias en el suelo: "Inhiben el desarrollo de las plantas y
el suministro de micronutrientes, lo que contribuye a los trastornos fisiológicos
y reduce su resistencia a las enfermedades".
SOLUCIONES PARA ELIMINAR LOS TÓXICOS
Maser supone que los productos químicos se acumulan a lo
largo de la cadena alimentaria: "Nos preocupa que los humanos, como
consumidores finales, estén en riesgo si comen pescado tan contaminado".
O si la lluvia, con las sustancias tóxicas, se filtra y
estas desembocan en las aguas subterráneas, donde "entonces el agua potable
está en peligro".
También puede suceder que, a través del agua filtrada, el
mercurio y similares se distribuyan en el suelo y sean absorbidos por las
plantas y terminen en el cuerpo humano a través de cereales y vegetales.
El toxicólogo cree que el Mar Negro estará en una situación
similar al Mar del Norte y del Báltico después de esta guerra, lleno de
munición contaminante y fácil de olvidar. Con su equipo, busca soluciones para
eliminar el TNT del mar.
"Tenemos la esperanza de que las bacterias puedan hacerlo".
Sin embargo, aún no han encontrado una bacteria que pueda usarse
sistemáticamente. Además, aún quedaría el problema de los metales pesados.
Maser dice que podrían excavar las capas superiores del
suelo para extraer los metales pesados y el TNT, utilizando varios métodos para
que el suelo sea reutilizable y eliminar así los productos químicos. Sin
embargo, esto es costoso y lleva mucho tiempo.