Hendaya, San Juan de Luz, Guéthary y Urrugne son las estrellas surferas del País Vasco francés, que cuenta con más de 50 kilómetros de costa, con playas para todos los gustos, desde la más grande, la de Hendaya, hasta las calas más pequeñas, como las de Guéthary. Con impresionantes olas, pero sin llegar a ser peligrosas, estos arenales son desde hace mucho tiempo metas clásicas de todo aficionado al surf, que además permiten combinar este deporte con otras muchas actividades acuáticas e incluso con tranquilos días playeros en familia. Por seleccionar entre todas las olas posibles, nos quedamos con dos: Côte des Basques, en Biarritz y Parlementia, en Guéthary.
La Gravière y las olas de arena de Soorts-Hossegor, la playa de Côte des Basques probablemente se llevaría la palma para practicar surf en Francia gracias a su preciosa rompiente a orillas de un castillo con vistas espléndidas de los Pirineos. Está en el extremo sur de Biarritz y genera olas de izquierdas y de derechas que suelen preferir la bajamar. A decir verdad, la playa ni siquiera existe con pleamar, pero es posible colarse entre las rocas y surcar las olas si la marejada tiene la potencia suficiente. Aquí hay una entregada y numerosa comunidad de surfistas de tabla larga y unas cuantas escuelas de surf. Cuanto más al sur, menos gente y más picos interesantes para tablas cortas. En cualquier caso, hay que hacerse a la idea de que habrá aglomeraciones y disfrutar de un cóctel al atardecer en el bar Etxola Bibi.
Parlementia, situada junto a la pequeña localidad de Guéthary, 10 kilómetros al sur de Biarritz, cuenta con una discreta y moderna comunidad surfista. Cuando llega una marejada importante a la costa oeste de Francia, este lugar es ideal para el surf de olas grandes. Es una ola de arrecife con una doble vertiente: una larga de derechas y una de izquierdas que permite ejecutar un par de giros. Rompe con casi cualquier marejada y es mejor con marea media, pero soporta casi todo lo que le echa el Atlántico. Aunque resulta entretenida todos los días del año, hay meses mejores que otros, e incluso en invierno hay unos días con marejada intensa y viento favorable que los surfistas no dudan en aprovechar. En comparación con Belharra y La Nord (más inestable), Parlementia brinda las mejores olas grandes de la zona.
Thurso es una ciudad de unos 10.000 habitantes en el extremo norte de Escocia, a la que se llega fácilmente desde Glasgow o Edimburgo. Aunque no tiene el mejor clima para practicar este deporte, ha conseguido convertirse en todo un objetivo para los amantes de las olas difíciles, que encuentran en estas aguas escocesas todo un reto, casi más propio de los vikingos que se asentaron en estos parajes hace ya muchos siglos (su nombre significa ?sitio del río de Thor? en nórdico antiguo). Como los surfistas, los temibles pueblos nórdicos se sintieron atraídos por la geografía de Thurso, pero por razones diferentes: su profunda bahía formaba un puerto natural perfecto que aprovecharon estratégicamente hasta el siglo XI, cuando su expansión por Gran Bretaña tuvo un final sangriento.