¿Qué es lo primero que hacés cuando abrís los ojos a la
mañana? ¿Buscás el celular para ver la temperatura, apagar la alarma o hacer un
recorrido por las redes? Es muy probable que así arranques tu jornada. Al menos
eso dicen las estadísticas.
Según una encuesta realizada por Deloitte que abarcó a 53
mil personas en todo el mundo, el 61% de los usuarios mira su móvil dentro de
los 5 minutos después de despertarse y el 88% lo hace dentro de la primera
media hora; en tanto que el 96% dijo que lo chequea antes de que se cumpla una
hora desde que abrieron los ojos.
La exposición a la luz azul del móvil altera el sueño porque
le dice al cerebro que es hora de despertarse. Hay varios estudios que hablan
del impacto negativo que esto puede tener en el descanso. Ahora bien, lo
primero que uno tendería a pensar es que mirar el display a la mañana no es un
problema en este sentido; después de todo, le estamos avisando al cerebro que
es hora de despertarse (y eso es lo que debe ocurrir). Sin embargo, el punto no
pasa por ahí sino por analizar qué hacemos cuando miramos el móvil. Ahí es
cuando queda claro que este hábito es nocivo por varios motivos.
El smartphone se usa para chequear mails, revisar redes
sociales, enviar mensajes o navegar en busca de noticias o información. En
síntesis: es un bombardeo de información en apenas pocos segundos. El cerebro
comienza a despertarse y ya está expuesto a decenas de datos y notificaciones.
Se arranca la mañana con una valija de pendientes.
¿Y qué pasa cuando, además, empezás la mañana leyendo una
serie de consultas y pedidos laborales por mail o por WhatsApp? El estrés y la
ansiedad se comienzan a apoderar del cuerpo. Invade una sensación arrasadora de
que uno tiene mucho por hacer (sin siquiera haber iniciado la jornada), lo cual
resulta extenuante y estresante. Tristan Harris, ex diseñador de Google y
fundador del Centro para una Tecnología Humana, habló de este tema en varios
artículos, como este:
"Cuando nos despertamos a la mañana, miramos el teléfono y
vemos una lista de notificaciones, se enmarca la experiencia de "despertar por
la mañana" en torno a un menú de "todas las cosas que me he perdido desde
ayer"".