5 datos que explican por qué es importante reciclar
En base a informes y documentos elaborados por los
científicos y especialistas del Panel Internacional de Recursos (IRP, por sus
siglas en inglés), del Banco Mundial, de la Organización de las Naciones Unidas
(ONU), de la Fundación Ellen MacArthur, de la Comisión Económica para América
Latina y el Caribe (CEPAL) y de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT), así como teniendo en consideración las consultas que National Geographic
realizó mediante videollamada a Verónica de la Cerda, de TriCiclos, y Jordi
Pon, del PNUMA, he aquí cinco datos que ilustran la importancia del reciclaje.
1. Reciclar reduce el consumo de recursos naturales
En las últimas cinco décadas, a nivel global, la población
se duplicó, el producto bruto interno se cuadriplicó y la extracción anual de
materias primas aumentó de 27.000 millones de toneladas a 92.000 millones de
toneladas, según detalló el informe Perspectivas de los Recursos Globales
publicado en 2019 por el IRP.
Dicho de otra manera, la extracción de recursos se ha
triplicado desde 1970. Específicamente, el uso de minerales no metálicos se
quintuplicó y el uso de combustibles fósiles aumentó el 45%.
Frente a la creciente explotación de los recursos naturales,
Pon argumentó que el reciclaje de materiales es una oportunidad para aliviar la
presión sobre la naturaleza: ?Al transformar los materiales que son desechables
y darles una segunda oportunidad en su ciclo de vida, se reduce la extracción
de recursos naturales y por ende, se contribuye a la primera R, es decir, a
reducir?, agregó el especialista en referencia a llamadas tres erres de la
economía circular: reducir, reutilizar y reciclar.
Por su parte, la gerenta de TriCiclos sumó: "No tenemos
espacio infinito, ni capacidad de absorción de emisiones en el mundo como para
poder sustentar el modelo de producir-tirar. Entonces lo que necesitamos es que
los recursos que extraemos duren y circulen en cadenas de producción lo máximo
posible antes de decidir que ya no se puede usar más".
2. El reciclaje permite reducir las emisiones de CO2 y
disminuir el calentamiento global
Los científicos del mundo llevan décadas alertando sobre el
peligro del calentamiento global y el cambio climático, proceso en el que
juegan un rol clave las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).
En ese sentido, el citado informe del IRP advierte que la
extracción y el procesamiento de materiales, combustibles y alimentos
contribuyen con la mitad de las emisiones globales de gases de efecto
invernadero.
De las emisiones globales de CO2, la industria es
responsable del 21%, aproximadamente, y sólo la producción de cuatro materiales
(cemento, acero, plástico y aluminio) representa el 60% de estas emisiones, tal
como detalla el informe Completando la imagen: cómo la economía circular ayuda
a afrontar el cambio climático, publicado en 2019 por la Fundación Ellen
MacArthur.
En ese documento, los especialistas sostienen que la
implementación de un modelo global de economía circular podría reducir las
emisiones mundiales de CO2 en el área de materiales de construcción en un 38%,
según proyecciones para el año 2050. Esto equivale a una reducción de 2.000
millones de toneladas de CO2, debido a una disminución de la demanda de acero,
aluminio, cemento y plástico.
En ese sentido, la fundación argumenta que el reciclaje
contribuye a reducir las emisiones de GEI al evitar la producción de nuevo
material virgen y el tratamiento de fin de vida, como la incineración y el
vertedero.
El informe señala que: "Las actividades de reciclaje, que
liberan energía, requieren menos aporte de energía que la producción de
materiales vírgenes. Por ejemplo, el reciclaje de acero utiliza entre 10% y 15%
de la energía necesaria en la producción de acero primario".
Además, el reciclaje de una sola tonelada de plástico podría
reducir las emisiones entre 1,1 y 3 toneladas de CO2 en comparación con la
producción de la misma cantidad de plástico proveniente de materia prima fósil.
"El reciclaje", ilustra el informe, "no solo reduce las
emisiones del uso de la energía, sino también de aquellas provenientes de los
procesos de producción, que son las emisiones más difíciles de tratar".
3. Acabar con el desperdicio de alimentos podría suponer una
reducción del 49% de las emisiones de CO2
En el mundo, se desechan aproximadamente seis camiones de
basura de alimentos comestibles por segundo y la mayoría termina en basureros o
vertederos, donde libera metano a medida que se descompone, tal como explica el
documento de la Fundación Ellen MacArthur.
El reciclaje es un asunto bastante amplio. Así lo define
Pon, del PNUMA: "Cuando hablamos de reciclaje, muchas veces pensamos en papel,
vidrio o metal pero, en América Latina y el Caribe, los residuos orgánicos
representan el 50% del total de la basura generada". Además, agregó: "Si
conseguimos que una porción de esos residuos no termine en el circuito de
recolección, beneficiamos al planeta".
La adopción de un modelo de economía circular, entre cuyas
estrategias se encuentra el compostaje (que es una forma de reciclaje), "podría
reducir las emisiones en 5.600 millones de toneladas de CO2, lo que corresponde
a una reducción del 49% en las emisiones totales previstas del sistema
alimentario en el 2050", de acuerdo con el citado documento de la Fundación
Ellen MacArthur.
La reducción del desperdicio de alimentos no sólo es
positiva en términos de emisiones de GEI, sino que también aporta otros
beneficios. Así lo detalla un artículo publicado por el Banco Mundial: "Iniciativas como producir cerveza a partir de pan duro o añejo, transformar
restos de caña de azúcar en textiles o comercializar bebidas hechas a partir de
frutas imperfectas" son algunas de las formas que menciona el organismo para
reciclar y hacerle frente al desperdicio.
4. Los vertederos a cielo abierto contaminan el suelo y el
agua y enferman a la población
Pon estima que el 50% de los residuos acaban en sitios que
no son los más adecuados y, de ese porcentaje, cerca del 25% tiene como destino
a los vertederos a cielo abierto o botaderos. Al reciclar, añade de la Cerda, "evitamos que ese material que vino en la naturaleza vuelva a ella de una
manera que no le corresponde".
Esta problemática global no es ajena a la región: "Hemos
identificado más de 10.000 basurales en América Latina y el Caribe que
contaminan los suelos, el agua y a las poblaciones circundantes", enfatizó Pon.
Estos basurales pueden llegar a contener millones de
toneladas de residuos y ocupar espacios superiores a las 100 hectáreas, de
acuerdo con un artículo de Naciones Unidas. Con el reciclaje se contribuye a
contrarrestar esta situación y en consecuencia, a mejorar la calidad de vida de
las personas y del planeta.
5. Reciclar genera empleo y permite mejorar las condiciones
laborales
En un informe conjunto elaborado por la División de
Desarrollo Económico de la CEPAL y la Oficina para el Cono Sur de América
Latina de la OIT, se abordó la relación entre reciclaje y empleo dentro de un
marco más amplio: "La evolución hacia una economía circular, en la que se mejora
la eficiencia y la vida útil de los materiales al promover la durabilidad y la
capacidad de reparación, remanufactura, reutilización y reciclaje, generaría
4,8 millones de empleos netos en 2030".
Esto es posible, aclara el documento, debido a que la creación
de empleo en sectores de reprocesamiento de acero, aluminio, madera y otros
metales compensará ampliamente las pérdidas de trabajo asociadas a la
extracción de minerales y otras materias.
No obstante, ese número se amplía si se considera lo que la
OIT denominó empleos verdes, que contempla sectores tales como eficiencia
energética, las energías renovables, el transporte y la movilidad sostenible.
Si se suman tales áreas de trabajo, la OIT estima que se
podrían generar 15 millones de empleos nuevos en la región. Hay que tener en
cuenta que estos números solo contemplan al llamado Cono Sur (que comprende a
Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay). Por lo tanto, estas cifras
serían todavía mayores al contemplar a toda América Latina y el Caribe.
No se trata, no obstante, de generar empleo solamente, sino
también de proteger a los trabajadores. La OIT advierte en otro informe que la
degradación ambiental amenaza los puestos de trabajo y empeora las condiciones
laborales, especialmente entre las personas más vulnerables del mundo: "La
sustentabilidad ambiental es una cuestión de justicia social", sentencia el
documento.