Los perros y gatos son considerados parte de la familia. Son
calentitos, tiernos y adorables. Existe una química evidente entre las mascotas
y sus dueños, llegando al punto de compartir cama con ellos.
Dormir con nuestras mascotas tienen muchos beneficios
emocionaltes, pero también tres inconvenientes principales que pueden afectar
nuestra salud.
MAS DE 100 ENFERMEDADES
Aunque se crea que dormir con una mascota es un acto que
puede resultar inofensivo, existen más de 100 enfermedades zoonóticas que
pueden afectarnos, según señala el Instituto del Sueño. La mascota puede tener
buen higiene, pero es imposible controlar los riesgos de transmisión de enfermedades
o problemas de salud.
Además, para aquellas personas que sufren alergias o asma,
puede ser un peligro. Esto se debe a que los animales pueden albergar muchos
microorganismos tales como bacterias, hongos o ácaros ocultos en su pelaje.
LA CALIDAD DE SUEÑO
La mayoría de los expertos coinciden en que dormir con un
animal puede afectar a la calidad del descanso negativamente. Esto se debe a
que los perros, por ejemplo, se encuentran constantemente en estado de alerta.
Por otro lado, las mascotas tienen ciclos de sueño distintos a los de los
humanos, por lo tanto es muy probable que se levanten a menudo o que te
despierten a la hora en la que ellos ya no quieran dormir más.
PROBLEMAS DE CONDUCTA
Existe la posibilidad de que la mascota, al dormir con su
dueño, experimente un aumento de agresividad y estrés, que puede derivar en
problemas con la separación, depresión y ansiedad. En estos casos es
recomendable evitar dormir con el animal, acostumbrarlo que a duerma fuera de
la cama y así poder cambiar este hábito.