Juan Francisco Mandolesi, uno de los creadores, estuvo en "Es por Acá" y nos comentó todo sobre esta bebida:
Comenzó antes de la pandemia como un proyecto entre hermanos, si bien hoy
los Mandolesi son tres, la idea es lograr que el emprendimiento pase de generación
en generación.
Los hermanos comenzaron a soñar con un sinfín de ideas donde siempre el
aspecto económico o comercial, quedaba en un segundo plano. Desde un principio
abordaron el proyecto como una suerte de disfrute en plan CLAN, una experiencia
de emprender algo en conjunto.
La eligieron creyendo que era una buena oportunidad, teniendo en cuenta que
el consumo fue cambiando y este líquido generó un boom en los últimos dos años:
durante el 2020 aumentó más del 55%, según un estudio de IWSR (International
Wines and Spirita Report).
"y si nos va mal, nos emborrachamos y punto", bromeó uno de los hermanos Mandolesi.
En primer lugar, tuvieron que investigar sobre el alambique (aparato
utilizado para destilar mediante evaporación y posterior condensación) para
lograr tener en sus manos un destilado que los tenga a los tres hermanos
satisfechos.
"Al principio fue un poco al 'tun tun' para poder llegar al gin que se quiera hacer", comentó. Siendo ellos los principales catadores de su producto.
Según Juan Francisco, el gin es parte de una tendencia y cree que se está "volviendo" a las bebidas consumidas en generaciones anteriores.
Su "cocina" es el galpón de su abuelo, lo que no es coincidencia:
implica un pedazo de historia familiar, tal como lo es el proyecto para ellos.
Acá es donde sale a relucir el porqué de LINDOR. Nada más y nada menos que
intentar honrar a su abuelo bautizando a este poderoso GIN bahiense con su
nombre.
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"Mi abuelo sostenía que siempre lo primero es la familia, y ésto es eso", concluyó. |
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Los hermanos analizaron alternativas sobre los distintos escoyos que presenta nuestro país.
La importación del embotellado implicaba un alto costo
y, en medio de una ardua investigación se toparon con una página de Lanús, en
la Provincia de Buenos Aires, que se dedica al reciclado artesanal de vidrio.
Fue así que apostaron a la economía circular y con un objetivo muy claro:
cuidar al medioambiente
Del diseño de etiqueta ¿qué decir? más de lo mismo, un poco de 'tun tun' y
buen gusto, ya que encontraron en la industria gráfica opciones que les
generaban una sensación “a lo mismo”.
En cuanto a la impresión, se hace manualmente con rodillo a color.
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para tomar un buen cocktail!