06-03-2023 11:39 hs.

La ONU llegó al primer acuerdo para preservar los océanos

El texto firmado no sufrirá modificaciones importantes y entrará en vigencia luego de ser traducido a seis idiomas y aprobado por los juristas.

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Después de tres sesiones en menos de un año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) finalizó la última este viernes y llegó a un acuerdo clave para la preservación de océanos.

Fueron 15 años de discusiones y negociaciones tras los que finalmente, en la Conferencia Intergubernamental sobre Biodiversidad Marina de Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional (BBNJ), la ONU estableció un tratado por el que podrán proteger aguas internacionales y biodiversidad.

El tratado es considerado esencial para conservar el 30% de la tierra y los océanos del mundo hacia 2030 como acordaron los gobiernos del globo en un acuerdo firmado en Montreal en diciembre. Actualmente apenas el 1% de la altamar está protegida.

"Este es un día histórico para la conservación y un signo de que, en un mundo dividido, proteger la naturaleza y a las personas triunfa sobre la geopolítica", opinó Laura Meller de Greenpeace, según consignó la agencia de noticias AFP.

Pese a que representa más del 60% de los océanos y casi la mitad del planeta, la altamar ha sido ignorada durante mucho tiempo ya que la atención se ha centrado en las zonas costeras y las especies emblemáticas.

La ciencia demostró la importancia de proteger todos estos océanos con una biodiversidad a menudo microscópica, que proporciona la mitad del oxígeno que respiramos y limita el calentamiento climático al absorber una parte importante del CO2 que genera la actividad humana.

Sin embargo, los océanos se debilitan, víctimas de estas emisiones (calentamiento, acidificación del agua), contaminantes de todo tipo y la sobrepesca.

"La vida en la Tierra depende de un océano con buena salud. El nuevo tratado sobre altamar será vital para nuestro objetivo común de proteger el 30% de los océanos para 2030", dijo en Nueva York Mónica Medina, responsable de los océanos en el Departamento de Estado estadounidense.

Los países en desarrollo que no tienen los medios para financiar costosas expediciones e investigaciones lucharon para no ser excluidos de los resultados de la posible comercialización por empresas farmacéuticas o cosméticas de moléculas milagrosas procedentes de estos organismos marinos que no pertenecen a nadie.