El lanzamiento desde el Centro Espacial Kennedy de Cabo
Cañaveral (Florida) luego de revisar los últimos datos.
"Revisamos la configuración de nuestro vehículo desde la
parte superior de la nave espacial hasta la parte inferior del cohete,
incluidos el sistema de terminación de vuelo y las baterías que ya
reiniciamos", dijo en una teleconferencia Jim Free, administrador asociado de
la NASA para el desarrollo de sistemas de exploración.
Según el blog de la misión, los ingenieros examinaron
detalladamente que "la masilla en una costura entre una ojiva en el sistema de
aborto de lanzamiento de (la nave) Orion y el adaptador del módulo de
tripulación" y los riesgos potenciales si se desprendiera durante el
lanzamiento.
El objetivo de esta misión no tripulada es poner a prueba las capacidades del cohete SLS y de la nave Orión antes de un viaje tripulado previsto, en principio, para 2024.
Devolver a los humanos a la luna por primera vez en medio siglo y la misión
Artemis I, que se espera que sea la primera de muchas, sentará las bases,
probando el cohete y la nave espacial y todos sus subsistemas para garantizar
que sean lo suficientemente seguros para que los astronautas vuelen a la luna y
regresen.
Cincuenta años después de la última misión Apolo, este vuelo
de prueba no tripulado, que sobrevolará la Luna sin aterrizar en su superficie,
busca confirmar si el vehículo es seguro para una futura tripulación.
Se espera que este mismo cohete lleve a la Luna a la primera
mujer y a la primera persona negra.
El cohete SLS, con una altura superior a un edificio de 30
plantas, le ha costado a la NASA unos 4.000 millones de dólares.
Recordemos que la NASA ha tenido que retrasar cuatro veces la partida de la
misión, dos por razones técnicas y otras dos por causas meteorológicas.
La misión durará un total de 25 días y medio, con amerizaje
en el Pacífico el 11 de diciembre.