Es difícil no leer las canciones de Crisis de amor en clave de, sino denuncia, al menos urgencia e inconformidad; un llamado a la movilización.
"¿Qué pasa en el mundo que falta tanto amor? / Tanto sufrimiento naturalizamos", se lamentan en "Tanta desconexión", entre un océano de sintetizadores ondulantes. "Veo en el teléfono el horror", narra la canción, describiendo el absurdo de la violencia cotidiana, todo el tiempo al alcance de la mano. La desconexión es Palermo, los incendios en Corrientes y la impotencia de que nada cambie. Pero también es un llamado a repensar nuestro lugar y explorar nuevas estrategias de lucha.
Lo notable de Crisis de amor es que, a pesar de ser un trabajo que se la juega por señalar contradicciones y meterse en el barro, nunca cae en el pesimismo o el desgano. Mejor así: las Pareo evitan la trampa de la autocompasión y el derrotismo, mostrando que el pop y el baile también pueden ser espacios de reflexión.
El nuevo disco de las platenses no debe ser confundido con una bajada de línea panfletaria y didáctica; o una colección de críticas sociales que se quedan en lo general. A su tiempo, el dúo le da también espacio al drama personal -que siempre tiene también algo de universal- y a la introspección. Tal es el caso de la sensual "Rica", una oda al sentirse enganchado del otrx; y "Noche porteña", un cierre en clave downtempo que navega entre sugerentes escenas de sexualidad y pasión.
El resultado es un álbum maduro y ambicioso, que revela nuevas capas -sonoras y de sentido- en cada escucha. Uno de los puntos altos de lo que va del año que, seguramente, también lo será para el cierre.
Indie Club Argentina