La organización Grooming Argentina publicó un estudio que deja al descubierto el gran riesgo que corren los niños y adolescentes que se pasan gran parte del día jugando online o visitando redes sociales. Si 6 de cada 10 niños hablan con personas desconocidas en internet y 7 de cada 10 niños y adolescentes juegan en línea (según datos de Movistar), significa que más de la mitad de los niños y adolescentes están expuestos cada día al grooming, delito penal cometido por adultos contra personas menores de edad.
El grooming se diferencia de otro tipo de acoso sexual por ser realizado en espacios digitales mediante las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). La estrategia habitual utilizada por los acosadores es promover un vínculo de confianza, complicidad y cercanía con la víctima a través de redes sociales, juegos online o plataformas de mensajería instantánea.
El siguiente paso es requerirle información y, sobre todo, fotos o vídeos íntimos habitualmente de índole sexual. Tras ello, comienzan las amenazas de darlo a conocer a familiares y amigos si no acceden a cumplir con sus exigencias.
Un dato importante a tener en cuenta es que el grooming no necesariamente lo producen abusadores que crean perfiles falsos. Muy por el contrario, es mucho más común de lo que se espera que se trata de adultos conocidos de la víctima o que forman parte de su círculo personal o familiar.
Actitudes como tristeza y aislamiento, y un rendimiento escolar fluctuante o en disminución son conductas que pueden ser habituales en adolescentes, pero requieren la atención de los adultos. Si a ellos se suman cambios en sus prácticas digitales, como por ejemplo, negarse a conectarse como lo hacía antes, debe considerarse seriamente que esté siendo víctima de grooming.