Comienza la nueva generación de consolas. Este 10 de noviembre es un día de celebración para el universo del videojuego: Microsoft pone a la venta Xbox Series X y Xbox Series S los dos nuevos modelos de su nueva familia de consolas después de un dilatado ciclo de siete años repleto de títulos inolvidables. La gigante de Redmond, que celebrará este martes a última hora de la tarde un evento de celebración, lanza sus respectivas máquinas a dos precios muy diferenciados y con apuestas bien distintas.
El equipo de Phil Spencer entiende que la comunidad de usuarios actual se divide en dos tipos: los que buscan dar el salto con tecnología de vanguardia y disfrutar de todo al máximo, y los que prefieren dar el salto sin preocuparse por resoluciones, formato físico o almacenamiento disponible. Por ello, la firma norteamericana va de un extremo a otro: la consola más potente de la historia, Xbox Series X, y una solución que apuesta por garantizar la relación calidad-precio sin dejar de lado la tecnología de nueva generación.
Por un lado, Xbox Series X llega con 12 TFLOPS de potencia. Por 499 euros recibimos una máquina preparada para mover los videojuegos en 4K de forma nativa con una gran cantidad de ellos a 60 FPS. En su interior encontramos una APU desarrollada por AMD de forma personalizada, ocho núcleos Zen 2 a 3.8 GHz y una GPU con 52 CUs a 1.825 GHz y arquitectura RDNA 2. Su memoria RAM es de 16 GB y su almacenamiento interno es una veloz SSD de 1 TB.