Este martes comenzó en Estados Unidos un juicio que podría
cambiar el futuro de la tecnología. El Departamento de Justicia estadounidense
sentó en el banquillo a Google, acusándolo de pagar miles de millones de
dólares a otras empresas (entre ellas Apple) para sostener su posición
dominante en el mercado de los buscadores online.
Para los especialistas, no ha habido un juicio de tal
magnitud desde finales de los años noventa cuando Estados Unidos fue contra
Microsoft. En esa ocasión la denuncia fue similar: Microsoft estaba acusado de
mantener su posición con restricciones para que los usuarios de PC instalaran
navegadores que no fueran Internet Explorer.
"Este caso es sobre el futuro de Internet", dijo
Kenneth Dintzer, argumentando para el Departamento de Justicia que Google
comenzó a mantener su monopolio de manera ilegal en 2010. La acusación asegura
que pagaron miles de millones de dólares anuales a fabricantes de dispositivos
como Apple Inc, empresas de telefonía móvil como AT&T y fabricantes de
navegadores como Mozilla para mantener su motor de búsqueda en lo más alto.
En su defensa, Google argumenta que su abrumadora cuota de
mercado no se debe a que haya infringido la ley, sino a que es un motor de
búsqueda rápido y eficaz, además de gratuito. Los abogados de Google
argumentarán que los consumidores pueden eliminar la aplicación de Google de
sus dispositivos o simplemente escribir Bing de Microsoft, Yahoo o DuckDuckGo
en un navegador para utilizar un motor de búsqueda alternativo. Asimismo,
alegarán que los consumidores se quedan con Google porque confían en él para
responder a sus preguntas y no les decepciona.
El juicio se inició ante un tribunal federal de Washington
DC y se espera que dure hasta 10 semanas. Tiene dos fases. En la primera, el
juez Amit Mehta decidirá si Google ha infringido la legislación antimonopolio
en su forma de gestionar las búsquedas y la publicidad en las mismas.
En la segunda, de encontrarse que infringió la ley, Alphabet
-la firma matriz de Google- podría verse obligada a separar el servicio de
búsqueda de otros como el sistema operativo Android o Google Maps, lo cual
implicaría la mayor división forzosa de una empresa estadounidense desde la de
la telefónica AT&T en 1984.