08-04-2021 12:25 hs.

El proyecto para transformar ciudades en "bosques verticales"

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  • Ecología
Stefano Boeri es reconocido en torno a la arquitectura y la sustentabilidad. El arquitecto italiano ha forjado una carrera a través de proyectos que toman lo mejor de ambos mundos para crear diseños impresionantes y futurísticos.

En medio de una crisis mundial, los arquitectos del mundo y la sociedad en general se cuestionan lo mismo: ¿aprenderemos de esta crisis para mejorar nuestro estilo de vida y regresarle a la naturaleza lo mucho que nos ha prestado?

La respuesta aún está en el aire pero en las últimas dos décadas han surgido un sinfín de proyectos urbano- arquitectónicos cuya premisa principal es la sostenibilidad de una ciudad, poblado o barrio.
¿Qué es un bosque vertical?
Es un concepto arquitectónico que sustituye los materiales tradicionales en las superficies urbanas utilizando la policromía cambiante de las hojas de sus paredes. Se trata de aprovechar el crecimiento de las ciudades hacia arriba y plantear los edificios como unos invernaderos urbanos.

El primer prototipo se construyó en el 2014 en Porta Nuova Isola, Milán y consta de dos torres de 80 y 112 metros de altura, albergando 480 árboles grandes y medianas, 300 árboles pequeños, 11.000 plantas perennes y 5.000 arbustos.

El equivalente sobre una superficie urbana de 1.500 m2, es de 20.000 m2 de bosques y vegetación. La elección de las especies y su distribución según la orientación y la altura de las fachadas es el resultado de tres años de estudios llevados a cabo junto a un grupo de botánicos y etnólogos.
Los niveles de humedad, viento y luz solar son las variables más desafiantes
¿Qué beneficios trae?
Los beneficios de esta arquitectura de jardín trascienden la estética. La vegetación, proporciona sombra a los apartamentos, aíslan de la contaminación sonora de un área repleta de tráfico urbano y generan un hogar para la vida silvestre.

El bosque vertical aumenta la biodiversidad, hay miles de mariposas y aves y más de 15 especies diferentes de aves anidando en los distintos pisos de las torres. El bosque vertical ayuda a construir un microclima y filtra partículas finas contenidas en el entorno urbano.
Estos edificios absorben 30 toneladas de dióxido de carbono y producen 19 toneladas de oxígeno al año