A 9 días de la consagración de nuestra
selección como campeona mundial, ya un poco menos eufóricos, es hora de hablar
de la otra cara de los festejos. Los destrozos de semáforos, carteles, paradas
de colectivos, locales comerciales, hasta la puerta del Obelisco ubicada a 67,5
metros de altura fueron moneda corriente en la última semana.
Los casos de personas que debieron ser atendidas
por personal médico son miles y expandidos a lo largo todo el territorio
nacional, la mayoría de ellos por lesiones ocasionadas por caídas o por peleas
entre transeúntes.
Además de lo mencionado, dos tragedias
marcaron los festejos, un joven que, como tantos otros y de manera riesgosa,
decidió subirse a un techo para festejar. Sin embargo, la chapa cedió y cayó,
sufrió muerte cerebral y en el trascurrir de las horas falleció.
Muy cerca de nosotros ocurrió la siguiente
tragedia, en Bahía Blanca Sebastián Oscar Maciel de 22 años que circulaba en
moto con una bandera de Argentina atada al cuello, se le enredó en la rueda y
la tela lo terminó ahorcando.
Como mencionábamos al principio de la nota
lo más visible fueron los destrozos en la vía pública y comercios, sin obviar
el tiempo que luego de cada festejo los municipios debieran dedicar a limpiar y
poner en orden los centros de cada una de las ciudades de nuestro País.
Para cerrar esta reflexión de si realmente
podemos dejarnos dominar por la euforia de ser campeones sin perjudicar al
resto, les dejamos las imágenes más destacadas de lo sucedido.