Lamentablemente, los deseos que muchos tienen sobre aquellos
casos aberrantes como el de LUCIO DUPUY y que la población carcelaria le den
algún merecido que pueda reparar de alguna manera el dolor de los familiares de
Lucio. Es poco probable que eso ocurra, ya que el director de la cárcel donde
estas dos mujeres serán alojadas tendrá una presión mediática que, de haber un
episodio de violencia será rápidamente puesto en los primeros titulares, es
decir que el director tendrá muchísimo cuidado ya que su puesto laboral,
dependerá de que eso no ocurra. Cuanto más
expuesto está el caso en los medios, mas sigilo se tiene. Lo mismo ocurrirá con
la sentencia del caso BAEZ SOSA.
El destino de los ocho acusados del crimen de Fernando Báez
Sosa dependerá de los pedidos del Tribunal N°1. El fin del pabellón propio en
Melchor Romero y el problema de la sobrepoblación penitenciaria.
El Servicio Penitenciario Bonaerense alojó durante los últimos
tres años a los acusados de asesinar a Fernando Báez Sosa en pabellones
propios, lejos de otros detenidos, con recreos donde no se cruzan con otros
internos y horarios de visita exclusivos para sus familiares, atendidos por
psicólogos y leyendo libros de sagas de fantasía como Game of Thrones.
Lo que vivieron en la Alcaldía N°3 de Melchor Romero y la
Unidad N°6 de Dolores no puede llamarse un encierro VIP. Las condiciones
edilicias son las mismas que en cualquier otra cárcel. El RIF, resguardo de
integridad física, es un dispositivo para evitar ataques, en este caso de
detenidos que buscan hacer su fama hiriendo a otro preso de más fama, una
constante en la vida tumbera. El SPB es, básicamente, el responsable final de
sus vidas y su seguridad. Nadie querría un escándalo de esta magnitud, lo que mantuvo
a los acusados del homicidio de Fernando seguros en todo este tiempo.
Sin embargo, en tres años, no sufrieron ataque alguno,
gracias a su aislamiento, que dista enormemente de los aislamientos regulares
marcados como castigos internos.
Hoy finalmente conocemos la sentencia:
Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías
Benicelli y Luciano Pertossi recibieron la pena de prisión perpetua por el
delito de homicidio doblemente agravado por homicidio premeditación y alevosía
en concurso real con lesiones leves.
En tanto, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi
recibieron penas de 15 años de cárcel como partícipes secundarios del mismo
delito.