15-09-2023 13:00 hs.

Día Mundial del Linfoma

Todo lo que tenes que saber sobre esta enfermedad

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Según datos del Instituto Nacional del Cáncer, en la Argentina se detectan cada año más de 130 mil nuevos casos de cáncer, lo que ubica al país entre los que tienen un nivel de incidencia medio-alto a nivel global. 

Con el fin de reducir el impacto que tienen estas enfermedades en la población, la comunidad médica promueve campañas de concientización con el objetivo de resaltar la importancia de los controles médicos de rutina, además de evitar aquellas prácticas y hábitos que pueden llegar a desarrollarlos. Más allá de extremar los cuidados, existen algunos tumores que no se pueden prevenir. Uno de ellos es el linfoma, una enfermedad relativamente frecuente, con más de 4 mil casos nuevos cada año en el país, que se caracteriza por atacar a nuestro organismo a través de la sangre y de la médula ósea. 

El linfoma es un tipo cáncer que se origina en el linfocito, que es una célula que forma parte del sistema inmunológico, circula en la sangre y reside en el ganglio linfático, en el bazo y en la médula ósea. 

Debido a esta multiplicidad de localizaciones, puede afectar cualquiera de estas zonas y también otros órganos. El síntoma más frecuente es la inflamación sin dolor de los ganglios linfáticos que pueden aparecer en cuello, axilas y la ingle, entre otras áreas. También se puede manifestar con fiebre, sudoración nocturna, cansancio, disminución de peso, prurito y erupciones cutáneas. 

Dentro de los linfomas, el subtipo más agresivo es el de Burkitt debido a su rápido crecimiento, pero aún así las chances curativas con el tratamiento son muy altas. En cambio, los linfomas indolentes son de crecimiento lento, suelen no dar muchos síntomas por lo que es común encontrarlos en estadíos más avanzados y si bien remiten con el tratamiento, en la mayoría de los casos la enfermedad se caracteriza por recaídas sucesivas. 

El tratamiento contra el linfoma puede comprender quimioterapia, inmunoterapia, radioterapia, drogas blanco dirigidas o alguna combinación de estas opciones terapéuticas. En algunos subtipos se puede requerir un trasplante de células precursoras hematopoyéticas. "El avance de los tratamientos hoy permite detener la progresión, obtener respuestas profundas y duraderas, y hasta incluso curarlos en muchos de los casos", destaca la doctora Korin.