Fue la Ley 24.605 la que estableció esta conmemoración, cuando una empresa transportista que desechaba ácido sulfúrico en las cloacas y otra empresa derramó a las mismas cloacas restos de sales de cianuro. La combinación fue letal: de la unión del ácido y del cianuro se formó el gas cianhídrico.
Como consecuencia murieron cuatro miembros de una familia afectada por la cloaca y tres médicos que asistieron al lugar ante la emergencia. El veneno que se había formado salía por una rejilla y fue mortal.
Dos empresarios fueron procesados por contaminación. Era la primera vez que se aplicaba la Ley 24.051 de Residuos Peligrosos. Ninguna de esas denuncias judiciales prosperó, entre sobreseimientos y causas prescriptas.
La efeméride es un motivo para reflexionar. Redoblar los
esfuerzos para cuidar el medio ambiente es la propuesta y la mejor manera de
honrar a las siete víctimas que inspiraron la creación.
Implica la formación de conciencia, la consolidación de
actitudes y comportamientos responsables con el hábitat, desde cualquier lugar
de acción: escuela, hogar, espacios públicos, fábricas y servicios. Desde los
organismos estatales, la fecha es una oportunidad para fomentar la esencia del
compromiso ambiental. La intención es fortalecer el reconocimiento, valoración
y uso adecuado de los recursos naturales; la generación y aplicación de la
educación ambiental; las acciones encaminadas al reciclaje y reutilización; y
minimizar la compra de productos que no se precisan fomentando el consumo
ambiental responsable.
Actuar con respeto y compromiso en los lugares en que nos
toca vivir, teniendo siempre presente que el daño que le hacemos al ambiente
nos lo hacemos a nosotros mismos y a las futuras generaciones.