23-05-2023 12:21 hs.

De qué forma los microplásticos pueden dañar el organismo

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  • Ecología

Uno de los grandes problemas mundiales que atraviesa cada sociedad es el de la contaminación ambiental. Y dentro de ésta, se destaca el rápido aumento de la producción de productos plásticos desechables que supera la misma capacidad del planeta para lidiar con ellos.

Es que la contaminación plástica se ha convertido en uno de los problemas ambientales más preocupantes y todos los días los científicos, médicos y hasta gobiernos insisten en que ya no solo afecta al medio ambiente, sino también a nuestro propio organismo y el de muchos animales que nos rodean.

Hace unos años, cuando comenzaron a aparecer microplásticos en las tripas de los pescados y mariscos, la preocupación se centró en la seguridad de los productos del mar y cómo esta situación podría afectar la salud humana. En 2017, científicos belgas anunciaron que los amantes del marisco podrían consumir hasta 11.000 partículas de plástico al año al comer mejillones, plato favorito en ese país.

Es que los plásticos se fragmentan continuamente en el medio ambiente, desmenuzándose con el tiempo en fibras incluso más pequeñas que un cabello humano, partículas tan pequeñas que se transportan fácilmente por el aire.

Los microplásticos son pequeñas piezas de plástico de menos de 0,2 pulgadas (5 mm) de diámetro, que suelen producirse como desprendimiento o residuo de materiales desechados sin el correcto tratamiento. Algunos son tan pequeños que pueden encontrarse con diámetros de 0,0007 mm. Esto provoca que puedan ingresar al cuerpo de humanos o animales a través de la inhalación de partículas en el aire o la ingestión, ya sea en alimentos o envases de plástico, vajilla y cubiertos.

Hace un año, microplásticos fueron hallados por primera vez, en el torrente sanguíneo humano, cuando investigadores de la Universidad Libre de Ámsterdam (Vrije Universiteit), detectaron minúsculos trozos de plástico en 17 de las 22 muestras de sangre de voluntarios que participaron del proyecto Immunoplast.

Dick Vethaak, profesor emérito de ecotoxicología en la Vrije Universiteit Ámsterdam y coautor del estudio de sangre, no considera que sus resultados sean exactamente alarmantes, "pero sí, deberíamos preocuparnos. Los plásticos no deberían estar en tu sangre". "Vivimos en un mundo de múltiples partículas", agregó en alusión al polvo, el polen y el hollín que los humanos también respiramos todos los días.

Fue el doctor Richard Thompson, un científico marino de la Universidad de Plymouth, el que acuñó el término "microplásticos" en 2004 después de encontrar montones de trozos de plástico del tamaño de un arroz sobre la línea de la marea en una playa inglesa. En los años siguientes, los científicos localizaron estas partículas en todo el mundo, desde el suelo de la Fosa de las Marianas hasta la cima del Monte Everest.