El estudio concluyó que en esos ejemplares de aves marinas
que tienen sus principales apostaderos en la Patagonia "se hallaron rastros de
ingesta de fibras procedentes de la actividad humana, de las cuales más del 62%
del total eran de origen microplásticos, siendo el polipropileno y el poliéster
los más abundantes".
La primera evidencia de contaminación de microplásticos en
pingüinos de Magallanes fue aportada por investigadores del Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) a partir de un trabajo
realizado sobre el tracto digestivo de ejemplares de esa especie encontrados
muertos en la costa atlántica.
Parte de las conclusiones fueron publicadas en la página
oficial del Instituto de Biololgía de Organismos Marinos (Ibiomar) que depende
del Conicet, trabajo que fue replicado por la revista científica Marine
Pollution Bulletin.
El estudio concluye que en esos ejemplares de aves marinas
que tienen sus principales apostaderos en la Patagonia "se hallaron rastros de
ingesta de fibras procedentes de la actividad humana, de las cuales más del 62
% del total eran de origen plástico, siendo el polipropileno y el poliéster los
más abundantes".
"También se encontraron fibras celulósicas semisintéticas,
partículas metálicas y pigmentos utilizados en las industrias textiles y
plásticas" indica el informe.
El equipo estudió el tracto digestivo completo, separó toda
la materia orgánica y clasificó según tamaño, tipo y color toda evidencia de la
presencia de microplásticos.