Es frecuente ver que el conductor que
está detenido adelante se peina, maquilla o utiliza el teléfono celular cuando
el semáforo se puso verde. Esta distracción es asumida por el 74% de los
conductores encuestados por CECAITRA.
Para conocer el comportamiento de los
conductores cuando se encuentran detenidos en los semáforos, el Observatorio
Vial de la CECAITRA, la Cámara que nuclea a empresas productoras de software
vial, realizó un sondeo telefónico en hogares de la CABA y el Gran Buenos
Aires. En primer lugar, se preguntó: "Mientras espera en el semáforo, ¿mira el
espejito del auto?", y un 74% dijo que sí, el resto se negó. En segundo lugar, se les consultó sobre las
causas de la distracción. La principal razón elegida fue "retocarse el
maquillaje" (30%). Luego, los conductores dijeron usar el espejo para mirar
cómo está peinado (26%). Las demás
causas señaladas fueron "mirar el espejo por aburrimiento" (12%) y "revisarse
el nudo de la corbata", con un 6%. Solamente un 26% dijo no mirar nunca el
espejito, mientras espera con el vehículo detenido.
"Los espejos retrovisores cumplen una
función muy importante ya que amplían el campo visual, tanto lateral como
trasero del vehículo. Son indispensables a la hora de conducir ampliando
nuestra visión sin necesidad de mover la cabeza. Debemos reflexionar sobre este
elemento de seguridad para que no se transforme en una distracción. Es
preocupante que más de la mitad de los consultados, dijo usar el espejo
retrovisor con fines puramente estéticos", explicó Facundo Jaime, vocero del
Observatorio Vial de CECAITRA.
La ley de tránsito nacional 24.449 expresa
entre los requisitos para la circulación de los automotores poseer un "sistema
retrovisor amplio, permanente y efectivo". O sea que, aunque no lo especifique
detalladamente, los espejos son condición para transitar, porque forman parte
de la seguridad del vehículo.
La Organización Mundial de la Salud
difundió, con un fin preventivo, las cuatro de distracciones que se pueden dar
mientras se conduce: visuales, como apartar la vista de la calle; cognitivas,
por ejemplo, al reflexionar sobre un tema de conversación con algún ocupante
del vehículo, en lugar de estar atento al cambio del semáforo; físicas, como
cuando una conductora manipula sus elementos de maquillaje o se acomoda el
pelo, en lugar de conducir con ambas manos al volante y auditivas, como por
ejemplo, responder a un teléfono celular o subir el volumen de la radio.
Durante el sondeo, también se indagó sobre
las causas de las infracciones viales y se preguntó cuán de acuerdo se estaba
con la idea: "Las faltas de tránsito son consecuencia de las costumbres
argentinas a la hora de conducir", y un 75% dijo estar de acuerdo. También se
consultó el acuerdo con la premisa: "El motivo principal de las faltas de tránsito
es el desconocimiento de las normas por parte de los conductores", y 6 de 10
pensó que la idea era correcta.