Más de 130 millones de personas en América Latina y el
Caribe no cuentan con los medios suficientes para acceder a una dieta
saludable, la región tiene el costo diario más alto para alcanzar este tipo de
dieta y las mujeres se ven más afectadas por la inseguridad alimentaria que los
hombres en comparación con el resto del mundo, esto se reportó a través del Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional 2022 publicado
por Naciones Unidas.
La publicación revela que 131,3 millones de personas en la
región no pudieron costear una dieta saludable, lo que representa al
22,5% de la población regional y significa un aumento de 8 millones con
respecto al 2019.
"América Latina y el Caribe atraviesa una situación de inseguridad alimentaria sin precedentes" aseguró Mario Lubetkin, subdirector general y representante regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El informe fue difundido en una publicación conjunta de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Entre el 2019 y el 2021, la cifra de hambre en la región
aumentó en 13,2 millones, alcanzando un total 56,5 millones de personas con
hambre en 2021, situación que también fue afectada por el impacto de la
pandemia causada por la Covid-19.
El incremento de la cifra del hambre en la región está
liderado por América del Sur, donde 11 millones de personas adicionales
padecieron inseguridad alimentaria. Allí, el hambre alcanzó una prevalencia del
7,9 % en América del Sur, 8,4% en Mesoamérica y 16,4% en el Caribe.
El informe, además, incluye recomendaciones y un análisis de
políticas para mejorar la disponibilidad y asequibilidad de alimentos
nutritivos a fin de apoyar a las personas más vulnerables y a los hogares de
bajos ingresos que gastan una mayor proporción de su presupuesto en alimentos.