Los expertos lo advierten: el aumento medio de la
temperatura y los cambios en el régimen de lluvias observados en las últimas
décadas están estrechamente relacionados con el incremento de los casos de
enfermedades tropicales, especialmente con el dengue.
"Estamos observando un clima cada vez más caluroso y
húmedo, lo que es un escenario muy propicio para que enfermedades como el
dengue amplíen su área y grado de incidencia", informa Christovam
Barcellos, investigador del Laboratorio de Información en Salud del Instituto
de Comunicación e Información Científica y Tecnológica en Salud de la Fiocruz
(Lis/Icict), quien explica sobre la correlación entre crisis climática y
enfermedades tropicales.
No solo están aumentando los casos, sino que la geografía de
la enfermedad también se está extendiendo. Tal como informa la OMS, antes de
1970, solo nueve países habían registrado epidemias graves de dengue. En la
actualidad, la enfermedad es endémica en más de 100 países de África, América,
el Mediterráneo oriental, el Sudeste asiático y el Pacífico occidental. Además,
la organización también advierte sobre las amenazas de brotes de dengue en
Europa.
"Si por un lado el cambio climático aumenta los casos de
estas enfermedades, reducir lo que las provoca es esencial para controlarlas. Y
ésta debe ser una voluntad global, no solo de los países más afectados",
concluyó Barcellos.
El brote de dengue avanza a paso firme en Argentina: el país
registra la cifra récord de 39 muertos y al menos 41.257 casos por la
enfermedad viral trasmitida por el mosquito Aedes aegypti. Esta situación
epidemiológica ubica al 2023 como el año récord de fallecimientos por dengue de
la historia argentina (en el pico registrado en la epidemia de 2020 se
notificaron 26 víctimas fatales).