Después de 49 años, el aborto deja de ser universal en Estados Unidos. El Tribunal Supremo, que en 1973 había votado a favor de la legalización de la interrupción del embarazo en todo el país, ha dado marcha atrás y ha emitido una sentencia en la que declara que ésta es una decisión que compete exclusivamente a los estados. Dado que en EEUU no existe legislación sobre el aborto, y es imposible que eso se dé ya que no alcanzaría jamás el quórum necesario en el Senado, es el Supremo quien decide al respecto. Hasta la fecha, la decisión del Tribunal era que el aborto era legal en todo el país, aunque los estados tenían potestad para limitar su aplicación. A partir de ahora, los estados pueden prohibirlo.